En 2024 creamos en la finca Weyler un sistema de limpieza para los vehículos corporativos. Este sistema incluye un espacio especialmente habilitado para la recogida de aguas residuales, crucial debido a la alta contaminación de los residuos tóxicos y metales pesados presentes en la suciedad de los coches.

Las aguas residuales se recogen inicialmente en un depósito donde pasan por una primera filtración con plantas. Posteriormente, se canalizan hacia la laguna de depuración que existe en el centro, donde atraviesan varias etapas de depuración natural. Con las aguas depuradas que se obtienen, se reutilizan para el riego de los jardines de la finca.

El proceso de limpieza sigue estrictos protocolos para asegurar un mínimo impacto ambiental. Se utiliza la menor cantidad de agua posible y se gestionan los trapos sucios como residuos tóxicos a través de un gestor especializado.