Los impactos ambientales directos de la restauración proceden tanto de la producción como de la comercialización de sus productos. Los restaurantes tienen la superficie comercial con alto consumo de energía por metro cuadrado, consumen mucha agua y producen cantidades ingentes de residuos, incluyendo desperdicios alimentarios. Los impactos indirectos están relacionados con los insumos de origen vegetal y animal. En concreto, agricultura industrial y ganadería intensiva son que más contribuyen al cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y al agotamiento de los recursos naturales.
Por lo tanto, las principales estrategias de sostenibilidad para la restauración giran alrededor de las siguientes vertientes principales: la proximidad, estacionalidad, producción ecológica, reducción del consumo de agua y de energía y de la producción de residuos.
Aquí encontrará las principales actuaciones que llevamos a cabo para mejorar la sostenibilidad de esta actividad.