Jardinería

Los impactos ambientales directos de la jardinería proceden en su mayoría del consumo de agua, uso de los productos fitosanitarios y abonos industriales, pero también del consumo de energía fósil en la maquinaria y producción de residuos no orgánicos. Por lo tanto, las principales estrategias de sostenibilidad para la jardinería giran alrededor del control de agua, reducción del uso de los productos fitosanitarios, uso de abonos ecológicos, y energías limpias.

Además, la jardinería tiene un papel central en la sostenibilidad de las ciudades. Los espacios verdes contribuyen a la mitigación de los gases de efecto invernadero y mejorar la adaptación de las ciudades al cambio climático. Por lo tanto, el reto de la jardinería es introducir en su diseño y mantenimiento los criterios de sostenibilidad: desde el consumo de Co2, creación de la sombra y ámbitos que mejoran la sensación térmica en verano hasta la promoción de biodiversidad, producción de alimentos y materias primas.

Aquí encontrará las principales actuaciones que llevamos a cabo para mejorar la sostenibilidad de esta actividad.